Pesas vaginales? ¡Sí, amiga! Recuperarás el control de tu suelo pélvico

Te voy a contar algo que tal vez no sabías: hay un gimnasio secreto dentro de ti. No tiene espejos, ni reguetón a todo volumen, pero cuando lo activas… ¡la magia ocurre!

Sí, estoy hablando de tu piso pélvico. Esa zona poderosa que nadie ve, pero que sostiene todo lo que te hace sentir mujer: tu útero, vejiga, recto… y también tu seguridad, tu placer y hasta tu autoestima.

Y hoy quiero presentarte a sus mejores aliadas: las pesas vaginales. Tal vez las has visto, quizás te dan curiosidad… o quizá crees que son “raras” (tranqui, todas lo hemos pensado). Pero quédate conmigo, porque esto no es solo salud íntima. Esto es transformación, confianza (y sí, ¡diversión también)

 

Qué son las pesas vaginales? (Y por qué no me lo enseñaron en la escuela?)

Son pequeños dispositivos (generalmente de silicona quirúrgica) que se introducen en la vagina para fortalecer los músculos internos del piso pélvico. Básicamente: son pesas para tu centro de poder. Así como entrenas glúteos, brazos o abdomen. (también puedes entrenar “ahí”)

(Spoiler: no se te va a caer nada caminando por la casa, no vas a sonar como maracas y no, no necesitas música de fondo estilo “Rocky”. A menos que quieras, claro.)

 

  • Beneficio #1: Seguridad al 100% (sin miedo a estornudar)

    Te ha pasado que estornudas y haces una mini oración para no tener un accidente? ¿O te ríes mucho y… ups? Eso se llama debilidad del suelo pélvico, y es más común de lo que crees. Especialmente después de embarazos, partos o con los cambios hormonales.Las pesas vaginales ayudan a tonificar esa musculatura. Resultado: vuelves a sentirte segura en tu cuerpo, con control total. Y sí, hasta puedes volver a saltar la cuerda si se te antoja (bueno, si quieres, yo paso recuerda lo de mi cadera)

 

  • Beneficio #2: Conexión con tu cuerpo desde adentro

    Usarlas te obliga a parar, a escucharte. A entrar en contacto con ese espacio que muchas veces ignoramos, hasta que nos grita. Con el tiempo, empiezas a sentir algo mágico: más control, más presencia, más poder. Como cuando vuelves a manejar un auto que habías dejado guardado por años y recuerdas que siempre fuiste una excelente conductora (vamos, que eres una Porsche interna, no una bicicleta estática).

 

  • Beneficio #3: Bienestar íntimo (sí, eso que estás pensando también)

    Un suelo pélvico fuerte mejora la lubricación, la sensibilidad y… el placer. Pero más allá del sexo, esto va de ti. De sentirte viva, conectada, capaz.

    Cuando estás fuerte por dentro, lo proyectas por fuera. Camina una mujer con suelo pélvico tonificado y el universo lo nota. Es como si llevaras tacones invisibles, pero en el alma. (Bueno, por decirlo de alguna manera ;P)

 

¿Y si no sé por dónde empezar?

Empieza como todo en la vida: sin presión, pero con intención. Aquí algunos tips de amiga-profesional:

  1. Elige pesas vaginales de calidad (nada de cosas raras de dudosa procedencia, por favor).
  2. Comienza con poco peso y poco tiempo. 5–10 minutos son suficientes.
  3. Usa lubricante si lo necesitas. Cero vergüenza, es autocuidado!
  4. Respira, siente y conecta. Esto no es tarea, es un ritual contigo.

 

Y si el primer día no sientes nada, tranquila, no te rompiste. Es como cuando haces sentadillas después de años y te preguntas si tienes glúteos. La respuesta es: sí, y los vas a despertar.

 

Conclusión: Tu centro, tu poder

Usar pesas vaginales no es solo un acto físico. Es un recordatorio de que tú puedes fortalecerte desde adentro. Es mirarte al espejo y saber que la mujer que sueñas ser ya vive dentro de ti, hasta con pesas puestas.

Así que si alguna vez dudaste, aquí estoy para decirte: dale permiso a tu fuerza interior de salir al mundo. No necesitas hacerlo perfecto. Solo necesitas empezar.

Si quieres dar el paso y comenzar tu proceso de fortalecimiento desde hoy, puedes comprar tus pesas vaginales aquí: Comprar pesas Vaginales

 

Tu amiga,
Dra. Pao

Empodera tu salud. Transforma tu vida.
Con empatía, ciencia y sin pelos en la lengua,

Tus doctoras de PALIMAR
Dra. Paola A. Ballesteros & Dra. Mar del Mar Torres

Puede Interesarte...